El Ozono: ¿qué es y cómo se forma?
El ozono es un gas trivalente, constituido por tres átomos de oxígeno (O), siendo una forma alotrópica de dicho elemento. Este gas, de color azul cielo, es altamente inestable y posee una elevada velocidad de descomposición, por lo que no puede envasarse ni almacenarse, dado que tiene una semivida estimada de 40 minutos a 20 grados centígrados.
Este gas se produce por tres fuentes fundamentales de energía: Electrólisis química, descargas eléctricas y radiaciones de luz UV. De esta manera, la generación de ozono se puede dar de forma natural o artificial.
En su forma natural, tenemos distintas fuentes de ozono:
- Electrólisis química: El ejemplo claro de esta fuente lo podemos encontrar al momento en que una ola de mar choca contra la tierra, provocando una energía que rompe la molécula diatómica de oxígeno, formando ozono (es por esta razón que cuando estás en la playa sientes que el aire es más limpio, pues estás inhalando oxígeno puro proveniente del ozono).
- Descargas eléctricas: La liberación de ozono es una clásica consecuencia de las tormentas eléctricas, pues la descarga de los rayos tienen suficiente energía como para romper las moléculas de oxígeno del aire y dar paso a nuevas moléculas triatómicas.
- Radiación UV: Al momento de contacto entre el oxígeno y la luz ultravioleta, la molécula se desestabiliza para dar paso a la generación de ozono. Es justamente este proceso el que da origen a la famosa “Capa de Ozono”.
De acuerdo a su nivel de generación en la atmosfera, el ozono se puede clasificar en estratosférico o troposférico.
El ozono estratosférico es el gas que se forma en la Estratósfera y da origen a la Capa de Ozono. Es fundamental para la viabilidad de la vida en la tierra debido a que sus moléculas absorben en su totalidad la radiación UV más energética, dejando pasar hasta la superficie terrestre una pequeña fracción de la radiación UV intermedia, así como toda la radiación UV baja, la cual no es dañina.
En su contraparte, está el ozono troposférico, el cual se forma en la Tropósfera, justo encima de nosotros. Este gas se ve contaminado mediante reacciones fotoquímicas a partir de los óxidos de nitrógeno (NOx) y compuestos orgánicos volátiles que son consecuencia de la quema de combustibles fósiles, tanto de ciudades como de sectores industriales.
De la explicación anterior se desprende que el primero es considerado “ozono bueno” mientras que el segundo es considerado “ozono malo”.
Por otra parte, existe un proceso artificial para la generación del gas, en donde mediante generadores de ozono, se logra emitir una energía lo suficientemente fuerte como para romper moléculas de oxígeno y transformarlas en su forma alotrópica. La generación artificial nos permite controlar las concentraciones adecuadas de ozono para fines médicos.
Ozono Médico
En el uso médico se utiliza una mezcla de O2-O3, también denominada Ozono Médico. Esta mezcla está compuesta por un 95%-99.95% de oxígeno y un 0.05%-5% de ozono.
En el Ozono Médico el O3 se encuentra presente en concentraciones 30 veces inferiores con respecto al uso industrial ( 1 a 40 μg/mililitro de Oxígeno).
La mezcla gaseosa de oxigeno-ozono se puede aplicar de múltiples maneras. En forma local mediante una campana de vidrio o una bolsa plástica acorde a las distintas partes del cuerpo (pierna, brazo, etc.). Además se le inyecta por vía intraarterial, subcutánea e intramuscular.
Otro método para suministrarlo es a través de autohemotransfusión que consiste en la extracción de sangre a la cual se le agrega el oxigeno-ozono, se mezcla con la sangre y sin sacar la aguja, se la vuelve a inyectar en la corriente sanguínea.
La insuflación rectal también es una vía de administración, especialmente indicada para enfermedades sistémicas. Se realiza aplicando directamente el gas a través del recto por medio de una sonda fina, como si fuera un enema.
Por último, otras aplicaciones se realizan a través de aceites y cremas. Estos productos al tomar contacto con el cuerpo permiten beneficiarse de las bondades de este gas en el mejoramiento de enfermedades de la piel, entre otros tratamientos.
Efectos del Ozono en el metabolismo
- Aceleración del uso de la glucosa por parte de las células.
- Reacción directa con los ácidos grasos insaturados que se transforman en compuestos hidrosolubles.
Efectos Biológicos del Ozono
- Acción directa, en la aplicación local, de tipo desinfectante y trófico.
- Efecto sistémico antibacteriano y antiviral debido a la discreta formación de peróxidos.
- Aumento en la flexibilidad de los glóbulos rojos.
- Aumento de la producción, siempre a nivel de glóbulos rojos, del 2-3 difosfoglicerato, responsable de la liberación del O2 en los tejidos.
- Mejoría del metabolismo del O2 a nivel de los glóbulos rojos por que induce un aumento en el uso de la glucosa, en la ruptura de los ácidos, y por la activación de enzimas que inhiben los peróxidos y las radicales libres.
- La potente acción desinfectante local, antiviral y anti bacteriano sistémico, son responsables de una mayor acción bactericida, fungicida y de inactivación viral, que se realiza mediante la oxidación de los microorganismos. El mecanismo antiséptico es parecido al que el organismo usa normalmente con la formación por parte de los leucocitos encargados de la fagocitosis bacteriana, de una molécula con propiedades oxidantes, parecida a la del O3.
Entonces, ¿el ozono es bueno o malo para la salud?
La respuesta es depende.
El ozono es beneficioso cuando lo utiliza un profesional capacitado y en las concentraciones adecuadas para cada tratamiento.